martes, 11 de enero de 2011

Conoce tu tipo de piel

Entre los 14 y 22 años (asi como las pieles muy deshidratadas, con tendencia al acné o acnéicas) se deben utilizar tratamientos específicos. La piel paga muy caro nuestros errores de diagnóstico y por eso es un gran beneficio contar con asesoramiento cosmético profesional.

PIEL SECA. Se caracteriza por poros pequeños y un acabado mate (opaco), con poca o ninguna grasa ni brillo en la superficie y muy poca humedad en la piel. La piel puede sentirse tirante, volverse áspera y descascararse o agrietarse.Necesita hidratación específica y un aporte vitaminico y de lípidos. Debe utilizarse un tónico muy suave, y es aconsejable una reconstituyente nocturna. El contorno de ojos debe ser hidratado con especial constancia porque tiende a marcarse pronto.

PIEL NORMAL. La piel normal se ve saludable y tersa. La piel conserva un equilibrio de grasa y humedad, pero también es necesario tratarla para mantenerla siempre cuidada. A partir de los 30 años suele comenzar a perder hidratación.

PIEL COMBINADA. La piel se ve saludable, suave, y algo grasa en la zona T (el área que forma una T cruzando la frente y bajando a lo largo de la nariz y la barbilla, según el grado es posible que haya algunos indicios de sequedad en mejillas y contorno de la cara. Si no está correctamente hidratada, es probable que a partir de los 25 años las áreas de sequedad se extiendan.

PIEL GRASA. La piel grasa tiene una apariencia brillante, exceso de secreción de grasa, poros grandes y piel con tendencia a las impurezas. Debe mantenerse limpia con productos específicos, no grasos ni abrasivos, para que no se descame ni se enrojezca.

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